viernes, 24 de agosto de 2007

Guía Michelín


La Guía Michelín se publicó por primera vez en Francia en 1900 y según dicen los historiadores fue, en principio, una publicación que indicaba dónde estaban situadas las gasolineras francesas y algunos restaurantes donde se podía reponer fuerzas. El tiempo la convirtió en la guía culinaria más prestigiosa del mundo aunque la obtención de una estrella no entraña las mismas dificultades en todos los países. Italia y Alemania cuenta con muchos más galardones que España y los motivos nunca han sido explicados de forma convincente. Cada año, en noviembre, caen sobre las cocinas europeas una lluvia de estrellas que alegra la vida de cocineros y gastrónomos. En España llueve, sí, pero escampa al poco tiempo. Aquí nos fallan las rogativas, el santo de los gourmets va a lo suyo y mira para otro lado y continúa la pertinaz sequía.

A partir de 1926 se agregaron las estrellas, una para buena cocina; dos y tres estrellas fueron incorporadas a poco andar a comienzos de los 30. Finalmente las tres estrellas, las que indican un lugar que merece dedicar un viaje.
A diferencia de otras guias de restaurantes la guia roja michelin se dice "mas objetiva" por tener inspectores entrenados y anonimos, que despues de dos o tres visitas califican al restaurant con una corta revision , lo que se traduce en estrellas.

En Europa, en especial en francia, ha sido y es de gran influencia en el medio gastronomico. De mas esta recordar la historia del chef de un tres estrellas que al recibir el rumor de que su restaurant iba a perder una estrella se suicido

Herbert Berger, de la City de Londres (el centro financiero de la capital británica), tiene una estrella y no oculta que le gustaría tener otra. Su plato estrella -carpaccio de atún con especias orientales y una vinagreta de jengibre, lima y cilantro servido con rábano picante- demuestra que los inspectores de Michelin no tienen prejuicios contra la comida ecléctica. "Creo que las estrellas de Michelin se pueden conseguir en prácticamente cualquier nivel siempre y cuando se ofrezca una cocina excelente y coherente. Es posible que se exija algo más en lo relativo a la decoración y el servicio si hablamos de dos o tres estrellas, pero por lo que he oído, lo importante es la cocina, la calidad y la continuidad", afirma.

La selección de establecimientos se realiza de manera voluntaria, remarcando sus responsables que las valoraciones en sus apuntes terrenales se fijarán por el contenido del plato, la calidad de los productos frescos, la creatividad de las recetas o la mezcla de los sabores que presenta la elaboración.
La guía no tiene publicidad interior y los restaurantes que se citan no lo hacen público en sus establecimientos. Los restaurantes, clasificados según su confort, se citan por orden de preferencia dentro de cada categoría:

· Se otorgan “tenedores” (un tenedor y una cuchara cruzados):
·
o Cinco: Gran lujo y tradición
o Cuatro: Gran confort
o Tres: Muy confortable
o Dos: Confortable
o Una: Sencillo pero confortable
o Ninguna: Sencillo pero correcto.

Las estrellas de buena mesa indican tres especialidades culinarias que pueden orientar al viajero en su elección:

· Tres: “Una de las mejores mesas, justifica el viaje”. Cocina del más alto nivel, generalmente excepcional. Grandes vinos, servicio impecable, marco elegante... Precio en consonancia
· Dos: “Mesa excelente, vale la pena desviarse”. Especialidades y vinos selectos... Cuente con un gasto en proporción
· Una: “Muy buena mesa en su categoría”. La estrella indica una buena etapa en su itinerario. Pero no compare la estrella de un establecimiento de lujo, de precios altos, con la de un establecimiento más sencillo en el que, a precios razonables, se sirve también una cocina de calidad


El “Bib Gourmand” (rostro de la mascota Michelin), indica buenas comidas a precios moderados.
Restaurantes que ofrecen, con una acertada relación calidad-precio, una buena comida, generalmente de tipo regional, para cuando usted desee encontrar establecimientos más sencillos a precios moderados.


A pesar de ser una guía eminentemente turística, los reconocimientos que otorga son asediados por los propietarios de restaurantes y por los chefs, ya que, si de gastronomía europea se trata, la Guía Michelín es actualmente el mejor medio para obtener reconocimiento internacional. Es por eso que, los personajes que mencionaremos adelante, luchan constantemente por obtener y mantener sus reconocimientos Michelín.

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